EJECUTIVOS EN CRISIS, EMPRESAS Y PAIS SIN FUTURO
Nuestros artículos Recursos Humanos y su importancia en estos tiempos de crisis y Estructuras defensivas del ejecutivo en momentos de crisis, centran la atención en el manejo de ejecutivos que están atravesando por una situación de alta complejidad, buscando generar alternativas de manejo que favorezcan la comprensión y recuperación de las personas. Por el contrario, este articulo busca profundizar sobre el riesgo de no tener una visión panorámica e integrativa del Burnout en el trabajador.
Los tiempos de crisis generan cuadros de ansiedades muy complejos al interior de una empresa, sobre todo en los cargos ejecutivos. Podemos encontrar personas toxicas, que se sienten con el derecho de hacer demandas extremas, afectando negativamente su entorno, e incrementando la probabilidad de:
- Un clima laboral denso y desmotivante.
- Acoso Laboral.
- Estabilidad Reforzada.
- Consumo de sustancias psicoactivas (SPA) o fármacos para manejar la ansiedad- Dependencia.
- Y más Ejecutivos en crisis.
Este liderazgo laboral destructivo, lleva a que las personas se sientan sin salida y teman afectar a sus pares y a la organización, produciéndose un efecto de “bola de nieve”, que con el tiempo adquirirá la fuerza de una “avalancha”.
Una intervención a priori, reduciría el cuadro de ansiedad de los empleados y una intervención a posteriori, incrementaría los costos laborales, personales y de salud, asociados a altos cuadros de ansiedad.
El síndrome de burnout o fundirse, a partir de enero del 2022 será definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como una enfermedad que debe ser atendida y prevenida para el bienestar de la persona y la comunidad. Esta decisión, muestra como dicha problemática se convertirá en un tema de salud pública que deberá ser asumido responsablemente por el estado y las compañías, a nivel de origen, incidencia e impacto.
Especialmente en Latinoamérica, el “burnout” se convierte en un estado multicausal que tiene repercusiones importantes no solo a nivel económico y mental, sino también en la percepción de futuro. Posibilidades sociales precarias y dificultades económicas reales, hacen que las personas centren su solución en su capacidad de cambio y de lucha para enfrentar su realidad.
Esta percepción considerada poco realista, o mágica en muchos casos se convierte en la única razón que mantiene viva la esperanza y que, si se llega a perder, generaría una sensación de no futuro devastadora, incrementando estados de impotencia y suicidio en la comunidad (Consecuencias emocionales y comportamentales encontradas en la posguerra de la Primera y Segunda Guerra Mundial).
La pérdida de futuro o de salidas ante situaciones complejas, genera en las personas “Desesperanza Aprendida”, que consiste en un estado en donde el individuo no emite respuestas para evitar estímulos aversivos o negativos, debido a que no encuentra ningún factor que lo motive para escapar o enfrentar el malestar, o porque considera que no tiene la fuerza para salir de la vivencia de destrucción.
La desesperanza aprendida produce en las personas impotencia, dolor, rabia y percepción de no futuro, que de manera exponencial generan una vivencia de muerte que anula todos los recursos emocionales, cognitivos y relacionales o vinculantes.
Para una mejor comprensión se podría decir que ésta genera alteraciones en:
- Estado emocional: La persona no puede ser ayudada racionalmente y su tendencia a hacer comparaciones externas conduce a sentimientos más desesperanzadores. Pierde la motivación, la esperanza de alcanzar metas, y renuncia a toda posibilidad de que las cosas salgan bien, se resuelvan o mejoren. Tiene la sensación de que no puede hacer nada ante lo que esta viviendo.
- Sentimientos displacenteros de miedo y aprehensión: Aparición de pensamientos infantiles y auto-referenciales, así como también sentimientos que invaden todas las funciones Yoicas del individuo. La persona tiene miedo de defenderse porque siente que no es capaz de hacerlo, o porque sus intentos en el pasado, en vez de favorecer, la llevaron a consecuencias negativas o a vivencias de injusticia o maltrato.
- Alteraciones Físicas: A nivel de ciclos de sueño, alimentación y cuidado personal. Cabe mencionar que la excesiva estimulación aversiva puede generar un déficit en la actividad motora del organismo y ocasionar un grave daño o incluso la muerte. De ahí la relación que este fenómeno tiene con el suicidio directo o encubierto.
- Pensamientos negativos extremos: Dificultad para generar soluciones efectivas y tomar decisiones asertivas. La persona desesperanzada cree que nunca podrá salir adelante por sí misma, que jamás tendrá éxito en lo que intente, que en ningún caso podrá alcanzar objetivos importantes y que nunca podrá solucionar los diversos problemas que afronte en la vida.
Teniendo en cuenta lo anterior, es muy importante atender a los ejecutivos en crisis de manera inmediata y efectiva, puesto que las decisiones tomadas por éstos, son el resultados de percepciones de peligro desbordadas, acciones defensivas y conclusiones pesimistas radicales, que empobrecen la capacidad de adaptación y creativa de las personas que trabajan con éste.
En la medida en que los momentos de crisis se puedan identificar y trabajar asertivamente, los ejecutivos podrán recuperar la fe en ellos mismos y la percepción de futuro, generando ambientes sanos y productivos tanto para la compañía como para el país.