Las empresas actuales han sufrido cambios extremos y profundos a raíz de la pandemia, que obligaron a tomar decisiones radicales como cerrar las oficinas por una orden de fuerza mayor, sin estar preparados para esto, forzándolos a adaptarse a una nueva forma de trabajo “a control remoto”, sin tener las herramientas ni la preparación para hacerlo.

Este cambio de trabajo, en donde lo presencial representa amenaza de muerte, llevo a que las compañías se vieran en la obligación de generar, bienestar para sus trabajadores, tanto a nivel de resultados como de salud, creando nuevas opciones que los protegieran y así poder mantener en funcionamiento la compañía.

El temor a no poder hacer la transición de lo presencial a lo virtual, represento para cualquier organización no solo una gran amenaza, sino la vivencia de no futuro, generadora de alteraciones psicológicas y físicas altamente peligrosas en los trabajadores.

Esta situación puso a prueba el esfuerzo previo, que las compañías y el país habían realizado antes de la pandemia, para generar estabilidad económica y sentido de bienestar a las personas. Desafortunadamente, el porcentaje de empresas preparadas económica y socialmente para asumir cambios abruptos en Colombia es muy bajo, y por ende, aunado al Covid 19, se sumaron altos niveles de estrés e inestabilidad laboral.

Estas condiciones negativas, han llevado a que las empresas centren principalmente sus esfuerzos en generar valor económico, perdiendo aún más su capacidad de adaptación ante situaciones externas-extremas, porque producen dinámicas de “bola de nieve” que pueden convertirse en “avalancha”, debido al nivel de ansiedad encubierta.

Para una mejor comprensión de la dinámica de “bola de nieve”, y de sus efectos psicológicos nocivos en el amiente laboral, es importante tener en cuenta, los cuatro siguientes riesgos en las organizaciones: laboral, psicológico, físico y legal.

Son los líderes, quienes deben manejar su alto nivel competitivo y comparativo, así como su nivel de ansiedad, para no convertirse en personas toxicas, que fundan a su equipo y a sí mismo, en demandas laborales sin norte y extremas, destruyendo sinergias colaborativas y creativas para la transición de lo que el mundo está enfrentando.

Este nuevo modelo de trabajo no solo exige genialidad para enfrentar el cuello de botella generado por la pandemia, sino también el aprendizaje de saber liderar a las personas desde la virtualidad. Dos retos realmente muy complejos en tan poco tiempo y con necesidades muy altas a nivel de subsistencia.

El nuevo esquema de trabajo, tiene dos caras, (1) la virtualidad en el hogar y la cercanía con los miembros de la familia, cambios que definen un nuevo modelo de comunicación, y (2) la capacidad de generar un espacio laboral sano en casa, contando con los elementos necesarios, que permitan desarrollar un trabajo eficiente.

Riesgos psicológicos:

El trabajo a distancia tiene un impacto psicológico en los empleados, debido a la reducción en la interacción laboral y social con los compañeros, los límites difusos entre lo personal y lo laboral, y la demanda emocional constante entre los diferentes miembros de la familia.

Las dificultades para compaginar familia y trabajo, percepción de estancamiento profesional o de soledad y problemas asociados con los nuevos tipos de interacciones laborales (video llamadas y correos electrónicos o WhatsApp excesivos) son algunas de las consecuencias relacionadas con el teletrabajo.

Los trabajadores extrañan la vida social que implica estar en las oficinas, desde las pausas para conversar, hasta el café de la tarde, el almuerzo en grupo, y en general, la interacción que ocurre en los espacios laborales. En el teletrabajo todo se reduce a reuniones virtuales y correos electrónicos.

La nostalgia por la oficina es un sentimiento más fuerte para quienes viven solos. A estas personas el lugar de trabajo les proporciona una sensación de pertenencia porque les hace sentir que forman parte de un grupo (Pérez, 2020). Esto, porque más allá de ser un espacio de trabajo, la oficina permite tener momentos de esparcimiento para compartir celebraciones como cumpleaños, almuerzos en compañía de otros y/o momentos especiales en el día a día.

Pero ahora muchas empresas enfrentan un problema que antes no habían considerado: el estrés y la ansiedad que supone estar fuera de la oficina, sumado a los sentimientos ambivalentes de estar con los suyos todo el tiempo, y la recuperación de las horas asociadas con el trasporte. Todos estos aspectos, suponen ganancias y pérdidas para el trabajador, no sabiendo que es más favorable a futuro.

Riesgos físicos:

Por otra parte, el espacio en donde se desarrolla el teletrabajo, se constituye en uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta para la reducción de riesgos laborales en general. Este, debe cumplir con unas condiciones mínimas para preservar la salud de los trabajadores, tanto a nivel de postura, iluminación y ergonomía, como de equilibrio emocional, con el fin de que se puedan desarrollar un trabajo eficiente, armónico y sano. Si no se mantiene un ambiente equilibrado para ejercer las funciones de trabajo, se pueden producir desde accidentes laborales, que generen incapacidades, hasta dinámicas conflictivas intra y extra laborales, generando costos a nivel individual (ansiedad, depresión, separaciones, etc) y laborales (enfrentamientos, reprocesos, decisiones incorrectas, entre otras), con repercusiones no solo emocionales, sino físicas y económicas.

Riesgos laborales:

De igual manera, el trabajo virtual, las jornadas laborales se han vuelto más extensas y sobre exigidas en resultados y procesos internos, trabajo en equipo y liderazgo virtual, generando ansiedad en los ejecutivos y presión constante para producir resultados. Esto ha llevado, a exigir ilimitadamente a los trabajadores, acosándolos y presionándolos con el fin de poder cumplir con las metas establecidas, generando dinámicas de liderazgo tóxicas, favorecedoras de insomnio, estrés agudo, dolores físicos, y por ende de consumo de medicamentos y/o sustancias psicoactivas como cigarrillos, alcohol y marihuana entre muchas otras, que produzcan sensación de tranquilidad o alivio a nivel personal y laboral.

Todo lo anterior, también pone en evidencia, ¿qué tanto el espacio de trabajo puede integrarse al espacio familiar?, pregunta que pone en evidencia que contar con un buen lugar de trabajar en casa, no es el único requisito para tener un ambiente efectivo de trabajo. En términos generales es importante saber con que soporte y acompañamiento cuenta el trabajador para realizar un trabajo eficiente y tranquilo, el primero haciendo referencia al soporte técnico y ergonómico, y el segundo, al tipo de relación que el trabajador(ar) tienen con su pareja, hijos o personas con las cuales convive.

En conclusión, el tipo de jornadas de trabajo que se están dando, y el tipo de metas económicas y resultados en los procesos, definen las dinámicas laborales que se están instaurando al interior de la compañía, pudiendo ser de tipo colaborativas, competitivas o tóxicas, según la claridad y madurez alcanzado por la organización.

Riesgo legal:

Finalmente, la compañía en el trabajo virtual, presenta su mayor riesgo en las dificultades y enfrentamientos asociados con lo legal, debido a que esta instancia, se constituye en el último y más grave impacto cuando hablamos de riesgos. No solo por sus implicaciones a nivel de clima laboral, sino por las repercusiones que puede tener en lo económico, y en los procesos que dan sentido a la compañía.

Es en este tipo de riesgo, en donde se pone en evidencia la necesidad de asumir los riesgos de manera responsable y en perspectiva, o por el contrario de una manera improvisada e incluso irresponsable, es decir si los riesgos buscan ser eliminados, controlados o asumidos.

Eliminados, que implica una inversión importante con una ganancia grande a mediano y a largo plazo, tanto para la organización en su ambiente laboral, como a nivel legal, porque se elimina por completo la probabilidad de multas, sanciones o indemnizaciones.

Controlados, donde se invierte menos a nivel económico, pero se logra tener bajo control aquellos riesgos que por sus características no son viables eliminar del todo, o porque no se cuenta con el presupuesto necesario para implementar todos los cambios necesarios, pero si se tiene la claridad del impacto que éstos pueden tener en el ámbito laboral.

Asumidos, que es cuando se toma el riesgo con actitud de resolverlo cuando este se presente, considerando que es mejor resolver el riesgo en función de su impacto y no de los costos colaterales que éste puede generar en la compañía.

Atmosfera Organizacional busca ayudar a la empresa a encontrar criterios claros para saber si la virtualidad es una opción efectiva de trabajo. Parte de la necesidad de evaluar la virtualidad, identificando tres tipos de indicadores: (1) el índice de operatividad, en donde busca conocer cómo la comunicación, externalidades negativas e internalidades negativas, están afectando el trabajo virtual; (2) el índice de riesgo en la virtualidad, en donde se identifica los riesgos que los trabajadores y la compañía están presentando en el trabajo no presencial; y finalmente (3) el índice de efectividad en la virtualidad, que es el indicador mayor, que le permite a la organización, conocer la probabilidad de éxito en la modalidad del trabajo virtual.

Otro objetivo de nuestro trabajo es preparar tanto a la compañía como a los trabajadores para asumir los cambios que genera el trabajo virtual, así como también aprender a manejar los efectos psicológicos y de salud física que se producen por el cambio al trabajo en casa, orientando y acompañando a la empresa en su intervención.