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LOS MILLENNIALS Y SU VISIÓN TRASCENDENTAL DEL MUNDO EN LO SOCIAL Y PROFESIONAL

En nuestros dos artículos anteriores “La importancia de integrar el mundo análogo al mundo digital en las compañias” y “Trabajo con Millennials, un reto importante para las compañías en el avance de la era análoga hacia la digital”, veníamos hablando de la importancia de generar dinámicas de interacción e inclusión entre el mundo análogo y digital. En este entraremos a profundizar, por qué los Millennials o Digitales son personas que necesitan ser acompañadas por el directivo análogo, para inventarse conjuntamente sinergias personalizadas para la compañía.

Las personas que nacieron en las décadas de los ochenta y noventa, llamados millenials, son las que comparten una cultura tecnológica: Han crecido en una realidad dominada por las pantallas de los ordenadores, de los teléfonos celulares, de las tabletas y de las pantallas planas; son altamente competentes en los recursos que ofrece el universo de la web; y son, de forma mayoritaria, especialmente activos en las redes sociales, lo que demuestra que el mundo virtual es más importante que el social.

La razón por la que esta franja de la población del mundo concentra tanto interés en las empresas, instituciones académicas, centros de planificación de políticas públicas y políticos, es contundente: representan, aproximadamente, 27% de la población del planeta. Y, todavía más relevante: se estima que, en el 2025, constituirán más de 70% de la fuerza laboral de los países desarrollados. Se dice que son Narcisistas y consentidos, una generación que se ha hecho adulta bajo el sentimiento de que la sociedad les debe algo. La revista time dice, que eran la generación del “yo y yo y yo”.

Los millenials son una generación digital, hiperconectada y con altos valores sociales y éticos. Todo esto y más les hace diferentes a generaciones pasadas. Se les conoce como los innovadores no solo de los modelos empresariales, sino también de la vida. Son personas acostumbradas a trabajar en equipo de manera virtual. Buscan sentir que forman parte de algo y no son solo un número. No obedecen al jefe porque si, sino que actúan por convencimiento. Los padres y los jefes ya no son figuras de autoridad, sino aquellos influenciadores idealizados por ellos. A diferencia de las generaciones anteriores las jerarquías no son de manera vertical sino horizontal.

La generación anterior a los Millenials construyo su yo en la interacción con seres humanos. Ellos al tener la virtualidad construyen muchos elementos de su yo no en la interacción con personas sino con la tecnología, lo que hace que esta adquiera un sentido de prolongación en ellos. Si se les quita este mundo virtual, sienten que pierde una parte de si mismos, porque la han usado para definirse como persona. La seguridad se las da la tecnología.

La función materna, definida por los psicólogos infantiles, se centra en la ayuda que la madre da a sus hijos para aprender, entender y enfrentar la vida, acto cargado de cuidados amorosos y conversaciones donde se fortalecía el vinculo, hoy desafortunadamente lo digital reemplazar precariamente esta función. Los sistemas se convierten en una fuente fundamental de seguridad y de posicionamiento, pero no de afecto, llevando a los Millennials a centrar su fuerza en la habilidad tecnológica principalmente.

Su habilidad hipervalorada se integra instrumentalmente a su yo, llevándolos a expandirse y a subordinar las demás capacidades, como analizar, investigar, integrar y tomar decisiones, al “data”, dado por la tecnología. El principio de realidad es construido en un mundo virtual abstracto, en el cual existen ellos como eje y en donde todo aquello que no cumpla sus expectativas es desaparecido “delete”, convirtiéndose en seres que centran sus esfuerzos en el entrenamiento de habilidades para interpretar y manipular el “data”.

En el mundo en el cual ellos viven, sólo se necesita estar conectados y contar con los recursos económicos para atender sus necesidades, que, en la mayoría de los casos, están asociadas con lo tecnológico, deportes extremos y actividades en donde se comparte por intereses más que por afecto (vínculo). Los Baby Boomers primero construían la relación y buscaban actividades para fortalecerla, mientras que los Millennials definen sus intereses y construyen comunidad para practicarlos.

En esta virtualidad que los posee, los digitales desarrollan sus mecanismos de defensa, en el hiperanálisis y en la cualidad de agilizar los procesos gracias a su conocimiento en lo tecnológico, llevándolos a invisibilizar a toda aquella persona que no va a su ritmo, o que no comulga con su comprensión de la vida.

Su Yo, se relaciona por un lado con una hipercomplacencia y gratificación inmediata dada por la virtualidad y por sus padres, y por otra parte, con la desaparición de figuras de autoridad como papas, profesores y jefes, reemplazados por influenciados idealizados, debido a sus resultados económicos o acciones “limítrofes”, innovadoras y confrontadoras con el status quo.

El cuello de botella de las empresas actualmente, es que, en el grupo digital, todas las habilidades están sometidas a la tecnología y al concepto de virtualidad, mientras que, en los análogos, las habilidades no recaen en un objeto o recurso tecnológico, sino que se desarrollan a partir de un proceso.

Finalmente, es importante señalar que este transito tecnológico, se da en un momento histórico, donde la verticalidad de la autoridad es reemplazada por una horizontalidad en el trabajo, eliminando el respeto a través del miedo o la obediencia, y proponiendo una igualdad de razas, religiones, orientación sexual, entre muchas otras, para la construcción de convivencia y productividad.

Comentarios (2)

Lo que estamos viviendo en muchos lugares del mundo es esta exigencia de horizontalidad y de autoridad por convicción y no por imposición, reto que impulsa a los mayores a replantear sus manera de exigir y de ser verdaderos ejemplos a seguir.

Estoy interesada en conocer mas a fondo avance en la virtualidad

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