Las personas dependientes deben su problemática a la incapacidad de contener la situación que están viviendo, es como no contar con un recipiente lo suficientemente solido y profundo para guardar las emociones y los contenidos de la situación con la cual se están relacionando. Esto lleva, a que situaciones estresantes se desborden fácilmente, generando dinámicas inmaduras y compulsivas en el trabajo, así como relaciones conflictivas y permisivas.

El propósito de la persona es ser vista como capaz, contrario a la percepción que el o ella tienen de sí misma, lo que la inducen al consumo de sustancias como alcohol, sustancias psicoactivas (SPA) o medicamentos, creyendo que estos al bajar los niveles de estrés, le permitirán mantener el rendimiento, favorecer su relacionamiento y producir vivencias de satisfacción y éxito.

¿Qué sucede si esta alternativa externa genera resultados efectivos?

Esta es la base del cuadro de la dependencia. Es una doble falacia, porque primero parte de una percepción de incapacidad, cuando muchas veces puede ser niveles de exigencia inalcanzables definidas por la misma persona, y segundo porque el consumo resuelve la vivencia de impotencia y no la capacidad de logro.

El alto nivel de ansiedad por demandas laborales, se vincula a miedos y temores que la persona tuvo en su infancia, y que, al verse nuevamente frente a situaciones de autoridad, las revive sin darse cuenta. Los miedos hacen referencia a vivencias traumáticas personales que en su momento invadieron la psiquis del niño(a) y que no pudieron ser resueltas amorosamente y los temores hablan de las demandas de las figuras de autoridad en la infancia, las cuales definen el deber ser y el éxito o fracaso de no ser atendidas.

Estas al estar encubiertas, salen en el espacio laboral por altos niveles de estrés o por relaciones de autoridad impositivas o sobre exigentes, llevando a que la persona tenga relaciones conflictivas, con soluciones poco estructuradas – facilistas.

La conducta dependiente se convierte en un círculo vicioso, donde se maneja la frustración, con la sensación de tranquilidad brindada por el consumo, dinámica que genera un incremento de los miedos y temores que produjeron su origen. Esta circularidad sin salida, produce un deterioro generalizado, afectando el balance trabajo-familia.

Esta problemática exige que la persona que maneja recursos humanos sea Intuitiva para identificar a los trabajadores con conductas dependientes, y estructurada para crear programas de prevención y apoyo a trabajadores jóvenes, que pueden pensar que el consumo es una alternativa laboral eficiente.

Atmosfera Organizacional apoya a la empresa, evaluando al trabajador con comportamientos dependientes, buscando identificar sus miedos y temores encubiertos, asociados con su capacidad laboral. Identifica la causa raíz del problema. Ayuda a fortalecer vínculos afectivos de apoyo, balance trabajo- familia y sinergia en el trabajo en equipo.

La reducción de los niveles de estrés y la sinergia en el trabajo en equipo, ayudan a los ejecutivos a aprender a manejar su ansiedad y por ende, su consumo a algunas sustancias, temas que desarrollaremos en un próximo documento.