Las empresas de hoy, requieren ejecutivos con un alto nivel de resiliencia, flexibilidad al cambio y un bajo nivel de procrastinación, que les permita, responder asertivamente a las demandas generadas por el mercado actual y a proponer alternativas en sus procesos y productos, favoreciendo una imagen de calidad e innovación en sus clientes.

La trasformación de las compañías en el tiempo, hace que en la actualidad la integración de habilidades blandas y duras, sean la clave para la creación e implementación de propuestas innovadoras, que mantengan la competitividad de la organización. ¿Qué permite que esta integración se de?, la madurez del ejecutivo.

Este requerimiento se debe a la transformación que ha tenido el ser humano en las empresas. Podemos entonces hablar de 4 momentos históricos de las personas en las organizaciones:

1. 1D – Organizaciones lineales, eran las empresas donde el individuo y la maquina eran uno solo. El sentido se basaba en la producción, con personas buenas, capaces técnicamente e interesadas más en lo operativo que en lo conceptual.

2. 2D – Organizaciones Administrativas, en donde se definía al trabajador en función de su conocimiento técnico y expertiz, centrándose toda la atención en la administración del recurso humano, para lograr un desempeño optimo en cada área de la compañía, alcanzando un clima organizacional favorable.

3. 3D – Organizaciones Competitivas, son compañías que centran su atención en las competencias y rasgos de emprendimiento de las personas, como elementos fundamentales para el crecimiento de la empresa a nivel de mercados y productos, dinámicas que fortalecen el trabajo en equipo a nivel de procesos y no de áreas.

4. 4D – Organizaciones Colaborativas, son compañías que centran su atención en la capacidad de toma de decisiones de alto impacto en ambientes inestables y estresantes, habilidad que descansa en la capacidad de adaptación, sentido de valía y principio de realidad desarrollado por el ejecutivo en su experiencia laboral.

Este tránsito organizacional, definido por la oferta y demanda en el mercado, las nuevas necesidades y la innovación digital en el espacio laboral, es en donde los ejecutivos deben desarrollar sus habilidades para alcanzar su calidad y sentido de vida. De ahí la importancia de migrar a un modelo 4D, en donde las personas centran sus recursos en un trabajo colaborativo, solidario, basados en la confianza, en donde el éxito grupal es lo que asegura la adaptabilidad de la compañía a la demanda actual.

Las dinámicas de trabajo en las compañías 4D  acompañan al empleado para que pueda conocerse a sí mismo, le ofrecen pautas de acción para desarrollar trabajos colaborativos y le aportan herramientas para un buen manejo de la ansiedad en el espacio laboral, lo que ayuda a reducir la frustración y el  manejo de conflictos, generando negociaciones centradas en procesos y en la transformación de estos a futuro, y a liderar emprendimientos, a través de mentorias para el posicionamiento de la compañía.

Este cambio, se puede evidenciar en las políticas de Recursos Humanos para el fortalecimiento de los ejecutivos. Antes, se invertía un 70% del recurso en maestrías y posgrados, un 20% en coach y un 10% en actividades que fortalecieran el autoconocimiento de éstos, ahora los recursos se manejan de manera invertida, es decir el mayor porcentaje se da a procesos de crecimiento y fortalecimiento personal y solo un porcentaje bajo a procesos de maestría, prefiriéndose los entrenamientos virtuales que permitan la adquisición de habilidades puntuales.

La capacidad de adaptación, sentido de valía y principio de realidad, son conceptos asociados directamente al nivel de madurez del ejecutivo, temas que serán desarrollados en un siguiente documento.

El continuo cambio que deben enfrentar las organizaciones por el carácter virtual, tecnológico y globalizante del trabajo, lleva a que recursos humanos invierta en el fortalecimiento de la capacidad adaptativa y creativa de sus ejecutivos, como habilidades que aseguran la permanencia en el mercado actual. Esto es posible, si la persona de recursos humanos acompaña con amabilidad y criterio al trabajador en su momento de vida, con el fin de que este pueda asumir un cambio con sentido.

Atmosfera Organizacional hace una lectura de la estructura emocional y cognitiva, orientándola a un desempeño amable que genere propuestas sostenibles, creativas y flexibles en los ejecutivos.